miércoles, 4 de abril de 2018

EL DUQUE DE GUINES




GUINES_Duque de / Duc de_Adrien Louis de Bonnières, Duque de Guines, 5º Conde de Souastre y de Guines (Lille, Francia, 13-04-1735 / París, Francia, 21-12-1806), fue un cortesano, militar y diplomático francés, descendiente de los antiguos Condes de Guines que remontaban hasta Vennemar, castellano de Gante, desposado con Gillette de Guines.

Hijo de Guy Louis de Bonnières, 4º Conde de Souastre (1703 – 1763) y de Adrienne Louise Isabelle de Melun, Marquesa de Cottènes, pertenece a una eminente familia de la nobleza del Artois. Es nieto del Teniente-General de los Ejércitos del Rey y gobernador de Arras, Gante, Tournai y Cambrai, Charles Eugène Jean Dominique de Bonnières, 3er. Conde de Souastre y de Pas (ob. 1708) y de Françoise de Montberon, biznieto de Charles Ignace, 2º Conde de Souastre (ob.1676) y de Jeanne-Marie-Thérèse de Créqui, Dama de Raimboval (ob.1708) . Su tatarabuelo, Philippe Albert de Bonnières, 1er. Conde de Souastre, había sido gobernador de la ciudad de Binche (en la provincia de Henao, en la actual Bélgica), y su tatarabuela pertenecía a la linajuda Casa de Beauffort.

Remontando más allá, encontramos a dos antepasados que fueron chambelanes de los Duques de Borgoña, Felipe III y Carlos I “el Temerario”. En cuanto al señorío de Souastre, entró en posesión de su familia en 1484, al casar Jean de Bonnières con Jeanne de Bayne, Dama de Souastre suo jure. Los Señores de Souastre, du Mesnil y de Thieuloys enlazan con hijas de prestigiosos linajes: los Wignacourt, los Lannoy y los Halwin, por citar a tres. El título condal sería, según algunas fuentes genealógicas, confirmado por carta patente en marzo de 1676, y sus jefes se titularon aleatoriamente “Conde de Guines” o “Conde de Souastre” e incluso “Conde de Souastre de Guines”, incluso antes de que se erigiera en condado su señorío de Souastre.


Con semejante pedigrí, se le abren de par en par las puertas de Versailles para ser presentado a Luis XV, y se le augura el mejor de los destinos al servicio de Francia.

Naturalmente, como cualquier hijo de noble que se precie, es destinado a la carrera militar a temprana edad.  Pero su trayecto como oficial será breve: coronel de los Granaderos de Francia, asumió el mando del Regimiento de Navarra en 1761 antes de ascender al rango de brigadier de los ejércitos del Rey en 1762. Se le conoce entonces con el título de Conde de Souastre y su brillante personalidad le atrae el favor de la corte y de familias muy influyentes en Versailles, principalmente de los Duques de Choiseul y de Noailles.

El 28 de noviembre de 1753, contrae matrimonio con Caroline Françoise Philippine de Montmorency-Logny, hija del difunto Louis François de Montmorency, Conde de Logny (ob.1736) y de Marie-Anne Thérèse Rym de Bellem, Baronesa de Bellem. La unión le convierte en cuñado de la Duquesa de Boufflers, de la Condesa de Broglie y del Conde de Logny. Otro enlace que añade más prestigio, si cabe, a su casa. De esta ilustre unión nacerían dos hijas:

-Marie-Louise Philippine de Bonnières, Mademoiselle de Guines (1759 – 1796); c.c. (1780) Armand Charles Augustin de La Croix, 1er. Duque de Castries y Par de Francia (1756 – 1842); padres de:

-Edmond Eugène Philippe Hercule de La Croix, 2º Duque de Castries (1787 – 1866); c.c. (1816) Claire-Clémence de Maillé de La Tour-Landry (1796 – 1861), hija de Charles-François Armand, Duque de Maillé, y de Henriette Victoire de FitzJames-Stuart. => con descendencia / Casa Ducal de Castries

-Marie-Louise Charlotte de Bonnières, Mademoiselle de Souastre (1760 – 1792), Canóniga-Condesa de Remiremont; c.c. (1782) Charles Philibert Gabriel Le Clerc de Juigné, 2º Marqués de Juigné y Par de Francia (1762 – 1819) => sin descendencia.

Considerado el perfecto cortesano, de trato afable, palabra fácil y mucho ingenio, canta y toca la flauta admirablemente bien. Para él y su hija, arpista, el genial Wolfgang Amadeus Mozart compondrá, en 1778, el “Concerto para flauta, arpa y orquesta KV299”. Sus aptitudes en la corte le valen numerosos éxitos personales, e incluso la amistad del rey Federico II de Prusia desde 1766, con el que comparte la misma afición musical.

Bien apadrinado, el Conde de Souastre, pronto saludado bajo el título de Conde de Guines, abandona la carrera militar para entrar de lleno en la diplomacia. Puesto que Federico “el Grande” le tiene en alta estima, es nombrado embajador de Francia en la corte de Berlín en 1768. Pero, apenas llegado a la capital prusiana, cae inesperadamente en desgracia y Versailles tiene que hacerle regresar en noviembre 1769. El fracaso no le impide ser ascendido a mariscal de campo en 1770 y obtener, el mismo año, la embajada de Londres. Allí se ganará una excelente reputación, el apodo de Guines “el Magnífico” y la estima de los ingleses, pero su posición se complicará al cometer adulterio con una dama, famosa por su belleza y… casada: Lady Elizabeth Craven. Lord Craven, poco dispuesto a cerrar los ojos sobre la aventura de su mujer, que le deja manifiestamente en ridículo, monta un escándalo y lleva su indignación hasta los tribunales, exigiendo una sustanciosa indemnización. 



Por otro lado, estalla el “Affaire de Guines”, un escándalo que se inicia el 20 de abril de 1771, cuando el conde pide al ministro de Asuntos Exteriores, La Vrillière, que se emita una orden de búsqueda y captura contra su secretario, Barthélémy Tort de La Sonde, al que acusa de haber utilizado su nombre para especular sobre fondos públicos y estafar a varios banqueros parisinos. Tort de La Sonde es arrestado y, para defenderse, acusa a su vez al embajador afirmando haber actuado por su cuenta y siguiendo sus instrucciones. El Duque d’Aiguillon, flamante nuevo ministro de Asuntos Exteriores desde el 6 de junio de 1771, sustituto del Duque de La Vrillière y acérrimo enemigo del Duque de Choiseul, gran protector del Conde de Guines y ex titular de ese mismo ministerio (de abril 1766 a diciembre 1770), no duda en tomar partido por Tort de La Sonde mientras la Delfina María-Antonieta otorga su apoyo a Guines. El embajador, será finalmente declarado inocente de las acusaciones de su secretario por una comisión especial, formada por consejeros de Estado y nombrada por Luis XV, para acabar con este asunto. Sin embargo, el escándalo, con su cruce de acusaciones, ha hecho mella y el Conde de Guines sale moralmente mal parado. De hecho, al diplomático le fue de un pelo verse inculpado. La división en la comisión fue clara: siete votos contra seis. Y tendrá posteriormente sus consecuencias: fue una de las razones del cese de D’Aiguillon, al subir al trono Luis XVI en mayo de 1774, espoleado sobretodo por una rencorosa María-Antonieta.

Con los nuevos reyes, el Conde de Guines se salva de caer en desgracia y, el 26 de febrero de 1776, es relevado al frente de la embajada londinense. Regresado a la corte de Versailles, Luis XVI le otorga las cartas patentes que le convierten en Duque de Guines.

En 1778, su primogénita casa con el hijo del Mariscal de Castries. Cuando su yerno es hecho 1er. Duque de Castries en 1784, el Duque de Guines obtiene del rey la promesa de reversión de su ducado a favor de éste. Pero la promesa nunca se cumpliría por culpa de dos factores: el derrocamiento de la monarquía en 1792 y el hecho de que el duque morirá bajo el 1er. Imperio, harán imposible la materialización de la reversión.

Instalado en París, el Duque de Guines alquilará a su consuegro, el Marqués de Castries, el palacete del mismo nombre sito en el número 76 de la calle de Varenne.

En 1782, es su segunda hija quien contrae matrimonio con el Conde de Juigné, heredero del Marqués de Juigné.

El 1 de enero de 1784, Luis XVI lo recibe caballero en el seno de la Orden del Espíritu Santo. Cuando se convoca la segunda Asamblea de Notables (que precedió a la convocación de los Estados Generales de 1789), el rey le otorga la presidencia. En 1787, a instancias del Mariscal de Ségur, ministro de la Guerra, se le nombra miembro del Consejo y, además, es ascendido a Teniente-General de los Ejércitos del Rey. En 1788, Luis XVI le nombra gobernador de Artois.

A sus 50 años, el duque, amante de la buena mesa, ha perdido su silueta para convertirse en un auténtico obeso. Tal era ya su corpulencia que, cada mañana, su ayuda de cámara le preguntaba si quería enfundar sus calzones para sentarse o los calzones para estar de pie. En ambos casos, dos lacayos debían ayudarle a ponérselos.

Durante esos años previos a la Revolución, se lanzará en los negocios formando parte de una sociedad minera. Pero, al estallar la tormenta, el Duque de Guines y su esposa se ven obligados a abandonar la capital y cruzar el Canal para exiliarse en Inglaterra. En 1790, su residencia es literalmente saqueada por un gentilicio enfurecido, tras el sonado duelo entre el Conde de Lameth y su yerno el Duque de Castries.



Cuando se instaura el Consulado con Napoleón Bonaparte, los duques de Guines optan por regresar a Francia y obtener que les borren de la lista de los emigrados para recuperar lo que queda de sus bienes, confiscados y en su mayor parte vendidos como bienes nacionales. Consiguen reinstalarse entre las paredes del Palacete de Castries, que habían ocupado antes de que estallase la Revolución.

Escasos años después, en 1806, fallece el duque a la edad de 71 años. Su esposa, la duquesa viuda, morirá cuatro años después, en 1810. Sus dos hijas les habían precedido en la tumba en 1792 y 1796. El ducado de Guines quedó extinto con su desaparición y nunca fue transmitido a su yerno, el Duque de Castries.




sábado, 31 de marzo de 2018

LA MARQUESA DE SÉGUR




SÉGUR_Marquesa de / Marquise de_Louise Anne Madeleine de Vernon de Beauval, Marquesa y Condesa de Ségur (Haití, Isla de La Española, Caribe, ca. 1729 / París, Francia, 12-03-1778). Fue una criolla, hija y co-heredera de un rico plantador del Caribe, dama de la alta sociedad parisiense y esposa de un mariscal de Francia y ministro de la Guerra.

Hija de Alexandre de Vernon de Beauval*, un rico colono y plantador francés  (fallecido en La Croix des Bouquets, Haití, en 1729), y de Anne Elisabeth Du Vivier, rica criolla de Santo-Domingo (su segunda esposa), Louise Anne de Vernon, convertida en una rica heredera “americana”, abandonó el Caribe y se instaló en París buscando pretendiente.

Fue en uno de los salones literarios parisinos dónde conoció al aguerrido oficial Philippe-Henri de Ségur, Marqués de Ségur y Barón de Romainville, de cinco años mayor que ella, y convalesciente de una herida de guerra. Es un aristócrata tradicional, curtido militar y conocido cortesano de Versailles, nieto del duque Felipe II de Orléans, con mucho abolengo, sangre real y muchas más deudas. Alto oficial del ejército galo, coronel de regimiento, ha hecho las campañas de Italia y Bohemia, ha sido herido en Raucoux (Flandes), y ha perdido un brazo en la batalla de Lawfeld (1747), que le mereció un ascenso a rango de brigadier, y suceder a su padre en el cargo de teniente-general de los ejércitos del rey en las provincias de Champaña y de Brie.

“Mademoiselle de Vernon, sin ser de una belleza regular, ofrecía en toda su persona un raro conjunto de seducciones. Alta, esbelta, bien proporcionada, tenía –dijo la Condesa de Genlis, que la conoció muy bien- “hermosos dientes, una dulce fisionomía, un talle encantador y mucha elegancia en el porte y en la manera de desenvolverse. La dulzura y la bondad formaban parte de su carácter. Era amada por todo el mundo y lo merecía.” Su considerable fortuna hacía de la joven “americana” un partido muy buscado entre la alta sociedad francesa.

Ella tenía fortuna y atractivo, él pedigrí y fama. Estaba cantado que iban a casarse, cosa que se hizo finalmente el 3 de febrero de 1749. Las 120.000 libras de dote de la novia permite a Philippe-Henri de Ségur, al borde de la ruina, continuar sus campañas militares para el rey Luis XV. El contrato matrimonial fue firmado en Versailles, en presencia del rey y de la reina, y la boda celebrada en la parisiense iglesia de Saint-Eustache.

En agosto de 1749, el marqués de Ségur es ascendido al rango de mariscal de campo. Cuatro años después, Luis XV le concede el gobierno del condado de Foix (1753).

Mujer de ingenio y culta, la flamante marquesa de Ségur participará con toda naturalidad de esa brillante sociedad de los salones parisinos. En ellos, conocerá al mejor amigo de su marido, el Barón de Besenval. El encuentro será un flechazo y, en poco tiempo, se convertirán en amantes a lo largo de dos décadas.

Reparte su existencia entre el Hôtel de Ségur, en la calle Saint-Florentin, y el Hôtel de Besenval, en la calle de Grenelle –hoy sede de la Embajada Suiza-, con pasmosa naturalidad. Sus inquietudes intelectuales se centran, sobretodo, en las artes y bellas letras.

En 1753, daría a luz a su primer hijo: Louis-Philippe de Ségur, Conde de Ségur, que aseguraría la continuidad del linaje.

En 1756, nacería su segundo hijo: Joseph Alexandre Pierre, Vizconde de Ségur. Pero, al respecto de ese segundo feliz acontecimiento, surge una duda sobre la paternidad del niño y las sospechas apuntan a que el verdadero padre sería Pierre Victor de Besenval de Brünstatt, Barón de Besenval, su amante y el mejor amigo del Marqués de Ségur. Y las sospechas tomarían más fuerza con el paso del tiempo: el joven vizconde de Ségur tendrá gustos literarios muy parecidos a su padre natural.

En cualquier caso, el marqués de Ségur reconoce al segundo como al primogénito como sus hijos legítimos, aún siendo sabedor de la relación adúltera de su esposa con su mejor amigo suizo.

Cuando estalla la Guerra de los Siete Años, el marqués de Ségur vuelve a los campos de batalla, y a batirse en Hastenbeck (1757), Krefeld (1758) y Minden (1759), es nombrado inspector general de infantería y teniente-general de los ejércitos el 18 de mayo de 1760. En octubre del mismo año, es hecho prisionero en la batalla de Klostercamp. Convertido en huésped forzoso del rey de Prusia, se distrae de su cautiverio con los correos enviados por su amigo Besenval. Tras la firma del Tratado de París, que pone fin al conflicto europeo, Ségur es liberado y devuelto a Francia en 1763. Regresado a la corte, Luis XV le condecora caballero de la Orden del Espíritu Santo para premiar sus hazañas militares, y es recibido solemnemente en el seno de la primera orden del reino el 7 de junio de 1767.



Es en 1763, cuando el dibujante Carmontelle hace el retrato de la Marquesa de Ségur, sentada de perfil y con su perrito en su falda.

Con el cambio de reinado, y demostradas sus capacidades como gobernador del Franco-Condado en 1775, su nombre ya es barajado en el entorno de Luis XVI para asumir la dirección del ministerio de la Guerra. El marqués está a punto de alcanzar el zénit de su carrera como general y cortesano. Sin embargo, su esposa la marquesa cae enferma y fallece en 1778. Ocho años antes, François-Hubert Drouais había pintado su último retrato conocido.

Viudo, el Marqués de Ségur se queda solo al cuidado de sus dos hijos, junto con su madre la Condesa Viuda, también inmortalizada junto a su primer nieto por Carmontelle.

En diciembre de 1780, Luis XVI le nombra Secretario de Estado en la Guerra (lo que hoy correspondería al cargo de ministro de Defensa). Ségur creará el estado-mayor general permanente (1783), y adopta importantes reglamentos para reformar y mejorar los cuarteles y hospitales militares. Se le atribuye la autoría del reaccionario “Edicto de Ségur” de 1781, que exigía cuatro cuarteles de nobleza a los aspirantes a oficiales, pero al parecer nunca aprobó esa medida discriminatoria.

Nombrado mariscal de Francia el 13 de junio de 1783, dimite de su ministerio el 29 de agosto de 1787 y toma su retiro. Dos años después, la retratista Elisabeth Vigée-Lebrun lo inmortalizaría con su uniforme de mariscal y todas sus condecoraciones (1789).

Durante la Revolución y el régimen del Terror, es arbitrariamente encarcelado en la cárcel de La Force, en París y, después de su liberación, se ve reducido a vivir en la mayor indigencia imaginable. El futuro emperador Napoleón I, entonces Primer Cónsul de Francia, apiadado por su situación y para reparar las injusticias revolucionarias, le concedería una pensión en 1800. El viejo mariscal moriría un año después, el 3 de octubre de 1801, justo cuando su primogénito se convierte en diputado del Cuerpo Legislativo y entra en el favor de Bonaparte, empezando una meteórica ascensión en una Francia que pasa de republicana a imperial: miembro del Consejo de Estado, Gran Maestre de Ceremonias, miembro de la Academia Francesa, Gran Águila de la Legión de Honor (Gran Cruz), conde del Imperio y senador…

LA DESCENDENCIA

Los marqueses de Ségur, casados en 1749, tuvieron 2 hijos varones:

1-Louis-Philippe Charles de Ségur (1753 – 1830), Conde de Ségur; c.c. (1777) Antoinette Elisabeth d’Aguesseau, tuvieron a:

1-1_Octave Henri Gabriel de Ségur (1779 – 1818), Conde de Ségur; c.c. (1797) Marie Félicité Henriette d’Aguesseau, tuvieron a:

1-11_Henri Raymond Eugène de Ségur (1798 – 1869), Conde de Ségur, Par de Francia; c.c. (1819) Condesa Sofia Fiodorovna Rostopchina (1799 – 1874) => con descendencia

1-2_Philippe Paul de Ségur (1780 – 1873), Conde de Ségur; c.c. (1806) 1º/ Antoinette Charlotte Le Gendre de Luçay (1787 – 1813); c.c. (1826) 2º/ Marie Françoise Célestine Gabrielle de Vintimille (1787 – 1862), padres de:

1-22_Paul Charles Louis Philippe de Ségur (1809 – 1886), Conde de Ségur

1-23_Marie Charlotte Antoinette Laure de Ségur (1810 – 1883)

1-24_Célestine Marie Amédée de Ségur (1830 – 1918)

1-25_Marie-Laure de Ségur (1832 – 1867)

2-Joseph Alexandre Pierre de Ségur (1756 – 1805), Vizconde de Ségur; con 1º/ Louise Julie Careau; 2º/ Marie Reine Claude Chartraire de Bourbonne (1764 – 1812), padres de:

2-1_Alexandre Félix de Ségur (1781 - 1805).

2-2_Alexandre Joseph de Ségur (1793 – 1864) c.c. (1819) Caroline Mathilde Mathieu de Mauvières (1798 – 1855), padres de:

2-22_Marie Sophie de Ségur (1824 – 1903)



NOTA:


[*]_Alexandre (de) Vernon (de) Beauval, un hábil hombre de negocios con visión de futuro, se había constituido en la colonia caribeña de Santo-Domingo una extensa plantación entre los años 1690 y 1710. Ese burgués, mitad comerciante mitad colono, formaba parte de esos hombres que, resintiéndose de las limitaciones de la llanura de Léogane, dónde se había establecido, pusieron sus ojos ssobre las frondosas sabanas de Cul-de-Sac. Presintiendo la llegada de la edad del azúcar, solicitaron grandes concesiones y compraron tierras que reunieron con la expectativa de enriquecerse. En 1690, Alexandre Vernon, asociado con un tal Pierre Roland llamado La Flèche, hereda su concesión y la revende en 1700, a otro pionero llamado Bacon de Gazal, pero conserva vastos terrenos que posee a orillas del río Boucan Brou et del de Orangers. En 1688, se había adueñado de un conjunto  impresionante de tierras después de comprar la parte de los herederos de un tal Morand, su asociado del momento. A estas adquisiciones, añadirá los bienes de Marie Dubois, hija de un gran terrateniente del Oeste y viuda de Simon de La Buxière, otro gran propietario con bienes considerables. Al término de compras, ventas y concesiones coronadas por un hermoso matrimonio “criollo” con la viuda de La Buxière, Alexandre Vernon añade la partícula a su apellido, creyendo erróneamente que le dará las apariencias de la nobleza, y entra en el Consejo Superior del Petit-Goave, pronto relocalizado en Léogane, tomando asiento entre 1701 y 1711. El 3 de setiembre de 1709, el consejero asienta su ascensión económica y social al casar su hija Marie-Thérèse con Claude de Santo-Domingo, un oficial francés procedente de Nantes y cuyos antepasados eran oriundos de Burgos, que será finalmente ascendido a teniente del rey en el Petit-Goave y luego de Léogane. Alexandre de Vernon, tras enviudar de Marie Dubois, contrae un segundo matrimonio con Anne Elisabeth Du Vivier (o Duvivier), que pertenece a una numerosa y adinerada familia de la zona. De este segundo matrimonio celebrado en 1726, nacería Louise Anne Madeleine de Vernon, futura Marquesa de Ségur. Su nacimiento implicará el reparto de los dominios de Vernon entre las dos herederas, Marie-Thérèse de Santo-Domingo y Louise Anne de Ségur. Para la primera serán las posesiones de Santo, la explotación de índigo de Léogane (prontamente reconvertida en una  gran explotación azucarera), cuyo valor asciende a 3.045.600 libras. Para la segunda, un capital de 2 millones ciento-treinta y cinco mil ochocientos cuarenta libras.   

sábado, 24 de marzo de 2018

EL ÚLTIMO BARÓN D'HARAMBURE




HARAMBURE_Barón de / Baron d’_Louis François Alexandre d’Harambure, Barón y último Marqués d’Harambure (Preuilly-sur-Claise, 12-02-1742 / Tours, Francia, 27-10-1828). Fue un general y político francés, último representante varón de su linaje.

Décimo tercer hijo de Paul d’Harambure, Marqués d’Harambure, gobernador de Poitiers, y de Marie-Anne de Moussy, pertenece a una vieja familia noble de raíces vascas y navarras establecida en Francia durante el reinado del rey Enrique IV. Como benjamín, lleva el título de cortesía de barón d’Harambure.

Inicia su carrera militar el 1 de febrero de 1757, con rango de corneta en el regimiento de dragones del Príncipe de Bauffremont. De éste saldría para ingresar con rango de capitán en el Regimiento de Noé en 1760, haciendo en ambos cuerpos las últimas campañas de la Guerra de los Siete Años. Asciende a mayor, luego a coronel en el Regimiento Royal-Roussillon caballería.

En 1771, le condecoran con la cruz de caballero de la Real y Militar Orden de San Luis. Diez años después (1781), es ascendido a brigadier. Nombrado mariscal de campo el 9 de marzo de 1788, es destinado al campamento de Saint-Omer, bajo el mando del Príncipe de Condé.

Antes de la Revolución, el barón d’Harambure, miembro de una noble familia de la Baja-Navarra que se había instalado en la provincia de Tours ( Touraine) desde el siglo XVII, reside en esa provincia dónde posee un considerable número de propiedades. El cabeza de familia, su hermano mayor Jean-Samuel, Marqués d’Harambure (nacido en 1716), gobernador de Poitiers como su padre, casado con Jeanne de Sorbier, carece de descendencia. Pero es él quien casualmente abraza la política y las nuevas ideas, mostrándose partidario de la Revolución.

Elegido diputado por la nobleza de Tours en los Estados Generales de 1789, publica un escrito en el que reclama la necesidad de reunir las tres órdenes. Es uno de los primeros en unirse a la asamblea del Tercer Estado. En los debates relativos al derecho de paz y de guerra, sostiene que ese derecho no puede dejarse en manos del rey y que su delegación debe ser renovada en cada legislatura. Se pronuncia con el ala izquierda de la asamblea en otras cuestiones, tales como la aceptación de la constitución a la cual quiere que se obligue al rey, y sobre el rechazo de algunos oficiales a prestar juramento a la nación, y que ya se exigía a éstos en esa época.

Sin embargo, en las sesiones del 19 de junio 1790 y del 30 de agosto 1791, se sitúa a la derecha de la Asamblea Constituyente para oponerse, con toda la fuerza y contundencia de la que es capaz, a los decretos que abogaban por la supresión de la nobleza y de todas las órdenes de caballería.

En el momento de la expiración de sus funciones legislativas, retoma sus atribuciones de mariscal de campo y es enviado con rango de general al Ejército del Rhin, que se encuentra a las fronteras de Alsacia. El 20 de marzo de 1792 es ascendido al rango de teniente-general. Se adhiere a la revolución el 10 de agosto de 1792, y le otorgan el mando del ejército tras la marcha del Barón de Luckner, cesado y arrestado. En marzo de 1793, recibe una declaración relativa a la ejecución de Luis XVI y cartas patentes del Conde de Provenza, hermano del rey, proclamado regente, que transmite a los comisarios de la Convención Nacional y manda consignar en los registros de la municipalidad de Neuf-Brisach. El gesto casi le resulta funesto, ya que la Convención sentencia enseguida su destitución, emite un decreto de acusación contra él el 13 de marzo y ordena su arresto.

Encarcelado, comparece ante el tribunal revolucionario el 22 de abril de 1793 quien, en una rara excepción para aquellos tiempos, rinde homenaje a sus intenciones y le indulta por unanimidad. Pese a la sentencia favorable y tras  recuperar su libertad, la Convención no le restablece en sus funciones. Desde entonces, el general d’Harambure ya no figura en el ejército ni en ningún cuerpo administrativo o judicial. Tendrá que esperar el regreso de los Borbones, en 1815, para hacer su reaparición en la vida pública.

Luis XVIII le nombra Comendador de la Real y Militar Orden de San Luis ese año de 1815, y le encarga presidir el colegio electoral de Loches, dónde se mostrará favorable a los realistas antes de volver a su retiro, de manera definitiva. Dedicó sus últimos años en escribir y publicar dos libros sobre la materia militar, que tuvieron buena acogida.

Se había casado en primeras nupcias con Anne Rosalie Nicole Bazin de Sainte-Honorine, el 28 de noviembre de 1771, quien le da dos hijos:

-Louis-Philippe d’Harambure (1772 – 1794) –caído en combate-

-Marie-Catherine Benjamine d’Harambure (1774 – 1833), c.c. (1796) François Eugène Marie-Pierre René de Saint-Pol (1770 – 1811)

En 1797, la baronesa d’Harambure fallece y el general contrae nuevas nupcias el 18 de diciembre del mismo año con Françoise Madeleine de Mégissier, que sólo le proporcionaría hijas:

-Louise Virginie d’Harambure, c.c. René Louis Ambroise de La Poëze, Señor de La Collessière (1781 - 1851), Barón y Marqués d'Harambure => con descendencia / Casa de La Poëze d'Harambure

-Françoise Marie Thérasie d’Harambure (1799 – 1872), c.c. (1820) Charles Louis de Villelume (1794 - 1853)

-Marie Emmanuelle Azélie d’Harambure, c.c. (1821) N. de La Lande

-Athénaïs Joséphine d’Harambure.

El único hijo varón del general, Louis-Philippe d’Harambure, se enroló como voluntario en el ejército de los Príncipes para luchar contra las fuerzas republicanas, y encontró la muerte en Berstheim, Alemania, en 1794. Con su muerte sentenciaba la extinción de su linaje.

La primogénita de su segundo matrimonio, Louise Virginie d’Harambure, contraería matrimonio con el caballero René Louis Ambroise de La Poëze, señor de La Collessière, capitán de los Carabineros de Monsieur y viudo de un primer matrimonio con 3 hijos.

El general d’Harambure, para preservar la continuidad de su apellido obtiene del rey Luis XVIII, en 1817, una ordenanza real autorizando al marido de su hija Louise-Virginie, a añadir el nombre de D’Harambure a su apellido para sí y sus descendientes. La pareja tendría dos hijos varones:

-Ludovic Jean Marie de La Poëze d’Harambure

-Gabriel François Marie de La Poëze d’Harambure

El barón d’Harambure fallecería a la avanzada edad de 86 años, en 1828.




EL SEÑOR D'HARAMBURE




HARAMBURE_Señor de / Seigneur d’_Jean “El Tuerto” d’Harambure, Señor d’Harambure y de Romefort, Barón de Picassary (1553 / Castillo de Romefort-sur-Creuse, Francia, 16-09-1630). Fue un aristócrata y militar francés de confesión protestante, compañero de armas del rey Enrique IV de Francia y de Navarra.

Hijo de Bertrand, Señor d’Harambure, y de Florence de Belsunce, familia de confesión protestante, es enviado desde su infancia a la corte de Navarra, para convertirse en compañero de juegos y estudios del Príncipe de Viana, Enrique de Borbón –futuro rey Enrique III de Navarra y IV de Francia-. Desde ese momento, Jean estará ligado a la fortuna del príncipe.

La familia D’Harambure [Haramburen?] era una familia noble de origen vasco implantada en la Baja-Navarra que, por hazares de la historia, acaba por enraizarse en la Touraine en el siglo XVI. Según el historiador Martín de Bizkaia, en su libro “Derecho de Naturaleza” de 1621, cita una casa de Haramburen (?) entre las principales del reino de Castilla y de Navarra. Formada por numerosas ramas, extintas desde hace tiempo, la familia se encontraba establecida en las provincias de Álava y Gipuzkoa. En 1227, después de la batalla de Baeza, librada contra los moros en Andalucía, una rama de ésta se instala cerca de la localidad de Saint-Jean-Pied-de-Port, en Francia. De esta última saldría una rama menor que se instala en Baja-Navarra (Francia), y se traslada en el Berry y en Touraine. Los D’Harambure son citados en varias ocasiones y, en particular, en 1349 cuando los hermanos Jean y Pierre d’Harambure juraron sobre los Santos Evangelios observar el tratado de paz concluido por la mediación de Bernard d’Albret, vizconde de Tartas, entre Pierre d’Albret, señor de Guissen, y Arnaud Guillaume de Gramont.

El 30 de octubre de 1595, se le encuentra la novia adecuada: Marie de Secondat, hija de Jean II de Secondat, Barón de Montesquieu y Señor de Roques, y de Eléonore de Bressieu. Le aporta como dote el castillo de Romefort-S/-Creuse, y asegura su descendencia con 2 hijos y una hija.

En 1586, Jean d’Harambure asume el mando de una compañía de cien chevau-Légers (caballería ligera), directamente ligada a la guardia personal del rey Enrique III de Navarra. Al año siguiente, en 1587, se encuentra bajo el mando de Enrique de Borbón, príncipe de Condé, y le sigue en sus campañas militares a La Rochelle, el Poitou, Taillebourg, participando en los combates de Fontenay, Airvault y La Châteigneraie en la Vendée, tomando prisioneros al Marqués de Revel y a Louis de Clermont d’Amboise. Poco después, contribuye a la victoria de Coutras sobre las tropas del Duque de Joyeuse, al lado de su rey.

En 1589 participa al asedio y toma de la ciudad de Niort, en el curso de la cual pierde el ojo izquierdo. Desde ese momento, el monarca Borbón le otorga el apodo de “El Tuerto”, apodo que pasaría a la posteridad. El mismo año, participa en la Jornada de Arques del 21 de setiembre de 1589, siendo comandante de la caballería ligera, y vuelve a recibir una herida en la muñeca durante una carga.

El 1 de noviembre, recibe del rey Enrique IV la orden de trasladarse a París con sus 600 monturas y 600 arcabuceros a caballo.

En 1592, acompaña a Enrique IV en el asedio de la ciudad de Ruán (Rouen). Al mando de 50 caballeros encargados de velar por la seguridad del monarca, le salva de caer prisionero de las tropas del Duque de Parma, formando una barrera permitiendo su huída y arriesgándose a caer él mismo prisionero. Según sus herederos, y como agradecimiento del rey, Jean d’Harambure recibiría como presente una espada maravillosamente ejecutada.

En 1594, contribuye al éxito del ataque al gran convoy que el Duque de Mayenne y el Conde von Mansfeld pretendían hacer entrar en Laon, ciudad sitiada por el ejército real.

Terminada por fin la guerra civil y expulsado el ocupante español, Harambure es nombrado gobernador de Vendôme en 1599, y más tarde de Aigues-Mortes en 1607. En 1609, pese a ser protestante, recibe de manos del rey el beneficio de la abadía de Fontgombault.

Durante esos años de paz, Jean d’Harambure será un cortesano y militar merecedor de la estima y del respeto de su antiguo compañero de armas, el rey Enrique IV, quien le escribiría numerosas cartas para dar testimonio de su reconocimiento en los años difíciles. Se supone que en esa época Enrique IV le concede el título nobiliario de barón de Picassary, que llevaría a sus descendientes a titularse barones d’Harambure.*

El asesinato de Enrique IV en mayo de 1610, será un duro golpe para Harambure. La regente María de Médicis, católica e hispanófila, expulsa de la corte a todos los hombres de confianza protestantes que rodearon al difunto monarca, empezando por el Duque de Sully, presidente del Consejo Real y artífice de la recuperación económica del reino francés. Pero Jean d’Harambure, fiel a la memoria de Enrique IV, permanecerá al servicio de su hijo y sucesor en el trono, Luis XIII.

En 1624, es nombrado comandante de 2.000 monturas repartidas en tres regimientos, de los cuales uno lleva su nombre. En nombre del rey Luis XIII, los condujo en Holanda para servir en el ejército del Conde von Mansfeld. Después de aquella misión, Harambure parece dejar el servicio activo y se retira en sus tierras de Romefort.

El 28 de mayo de 1626, redacta su testamento y fallece antes del 17 de setiembre de 1630, a la avanzada edad de 77 años, en su castillo de Romefort.

Su último descendiente varón fue Louis-François-Alexandre, Barón d’Harambure (1742 – 1828), con el que la familia se extingue. Consigue, en cualquier caso, y mediante una Ordenanza Real del 17 de setiembre de 1817, que su yerno, René-Louis-Ambroise de La Poëze (1781 – 1851), casado con Louise Virginie d’Harambure, tenga la autorización de añadir el nombre de su familia política al suyo, pasando a apellidarse De La Poëze D’Harambure, y a llevar el título de cortesía de condes y marqueses d’Harambure entre sus descendientes.

[*]_El título de "Marqués d'Harambure" estaba ligado al cargo de gobernador de Poitiers, desempeñado por los cabeza de familia de manera hereditaria.




domingo, 18 de marzo de 2018

LA MARQUESA DE LAGE DE VOLUDE





LAGE DE VOLUDE_Marquesa de / Marquise de_Stéphanie Béatrix Etiennette de Fuchsamberg d’Amblimont, Marquesa de Lage de Volude (París, 17-04-1764 / Baden-Baden, Alemania, 07-12-1842). Fue una cortesana y dama de honor de la Princesa de Lamballe.

Hija de Claude Marguerite François Renart de Fuchsamberg, 3er. Marqués y Conde d’Amblimont (1736-1797), Señor de Saint-Fort, Le Bouquet y otros lares, teniente de la Marina Real y caballero de la Orden de Nuestra Señora del Monte-Carmelo y de San Lázaro de Jerusalén, y de la dama Marie-Anne de Chaumont-Quitry. Su bautizo, celebrado en la parisina iglesia de Saint-Eustache el 19 de abril de 1764, fue acorde con su alta cuna: el Duque de Choiseul y su hermana la Duquesa de Gramont la sostuvieron sobre la pila bautismal.

Pasa su despreocupada infancia entre París y el castillo de Saint-Fort-sur-Gironde. Por espacio de 4 años, estuvo a cargo de su tío, el Conde de Quitry, quien cuidó su educación.

En 1779, la joven celebra su décimo sexto cumpleaños, momento en el que su familia ya baraja buscarle el marido adecuado. Su padrino, el Duque de Choiseul, que contaba con importantes amistades (entre ellas la Reina María-Antonieta y el Duque de Penthièvre), se había encargado de hablar de su ahijada a la Reina y, como primer favor, la Señorita d’Amblimont se ve agraciada por el Rey con el usufructo del apartamento de su madre en el Arsenal de París que, en caso de renunciar a él, iba a ser atribuido al Conde de Artois, hermano menor de Luis XVI.

Por la misma época, la joven damisela fue presentada al Duque de Penthièvre y a su nuera, la Princesa de Lamballe. Gustó a la princesa quien, encantada por su gracia y su vivacidad, la “adoptó” como su protegida.  De hecho, se convirtió prontamente en una compañía indispensable para la princesa. La formó a su gusto y le proporcionó una educación mucho más amplia, como la que ella había recibido. Compañera inseparable de Madame de Lamballe, la señorita d’Amblimont la sigue en todos sus viajes y desplazamientos a los castillos del Duque de Penthièvre: Eu, Vernon, Sceaux, Crécy, Anet, Rambouillet…

La Princesa de Lamballe, como protectora de la señorita d’Amblimont, pensó entonces en buscarle al pretendiente ideal. Los candidatos no se hicieron esperar y, entre todos ellos, sobresalió un joven que había abrazado la carrera de marino, rico, de buena familia, amable y con buen físico: Joseph Paul Jean,  Conde de Lage de Volude (1763-1799).

El contrato matrimonial fue entonces establecido con el permiso del Rey, de la Reina, de Monsieur, del Conde de Artois, de Madame Elisabeth, de las princesas Adelaida, Luisa y Sofía de Francia, del Duque de Penthièvre y de la Princesa de Lamballe, y firmado en Versailles el 13 de enero de 1782. Tres días después se celebraba la ceremonia en la capilla del Palacio de la Guerra, ante el obispo de Saintes, Monseñor de La Rochefoucauld-Bayers, y con una lista de invitados ilustres: entre ellos estaban su tío el Conde de Quitry, sus primos el Marqués de Castellane y el Conde de Moriolles. El novio tan solo computaba 19 años (nacido en 1763), teniendo por padrinos a su abuelo el Conde de Kergariou, y a su prima-hermana la Señorita de Guébriant, futura Marquesa de Las Cases y dama de honor de la Princesa de Lamballe. La flamante pareja fue entonces instalada en el apartamento del Arsenal para su luna de miel, mientras se estaba adecentando su futura residencia, el Hôtel de Toulouse. Acuden a todos los bailes, espectáculos, cenas y paseos, formando parte de todas las fiestas de alto copete, tanto en Versailles como en París,… Y seguirán así hasta que truene la Revolución.

Del matrimonio nacerían 3 hijas:

-Marie Louise Stéphanie Béatrix Nathalie de Lage de Volude, c.c. (1802) Coronel Thomas Sumter Jr., diplomático y militar de EE.UU. => con descendencia

-Anne Joséphine Françoise Stéphanie de Lage de Volude, c.c. (1809) Louis-François, Conde d’Isle de Beauchesne. => con descendencia

-Jeanne Henriette Calixte Stéphanie de Lage de Volude (1790-1800 )

Durante la tormenta revolucionaria se impuso el exilio. El régimen de terror que conllevó masacres, saqueos, confiscaciones, asesinatos y ejecuciones expeditivas sin apelación, empujó a todos aquellos que habían optado a quedarse en Francia después del 14 de julio de 1789, a temer realmente por sus vidas. Luis XVI había pasado ha ser "Rey de los Franceses" tras jurar la Iª Constitución de 1791, y su pérdida de poder dejaba sin protección al clero y a la nobleza. Versailles ha dejado de ser la sede del gobierno y de la corte, y el palacio de Las Tulerías se ha convertido en la cárcel de la familia real. Pronto, un derrocado Luis XVI y su familia son encarcelados en peores condiciones en el Temple. Las cárceles se llenan de aristócratas y contrarrevolucionarios arbitrariamente denunciados, de las que salen para ser masacrados o para conducirles ante la guillotina. La gran amiga y antigua protectora de la Marquesa de Lage de Volude, la Princesa de Lamballe, es incluso bestialmente linchada en plena calle, su cadáver desnudado, su cabeza cercenada para pasearla sobre una pica y presentarla a la ex reina para que "bese a su amada amiga" el 3 de setiembre de 1792. El horror inunda París y recorre las provincias. Castillos, iglesias y conventos son saqueados e incendiados, sus ocupantes masacrados. Ya nadie está seguro en ninguna parte bajo el régimen del Terror impuesto por Robespierre.

La Marquesa de Lage de Volude opta entonces por emprender la ruta del exilio e instalarse en España entre 1794 y 1800, lo que no le impedirá hacer un par de viajes a Suiza y a Inglaterra. Entre mayo y junio de 1796, se encontró residiendo temporalmente en Edimburgo. Mientras, su padre y su marido se enrolan en la Armada Española y se ponen al servicio del rey Carlos IV.

El 14 de febrero de 1797, la Armada Española, bajo las ordenes de Don José de Córdoba, se encuentra frente a frente con la flota británica del almirante Jervis, ante el cabo de San Vicente. El Marqués de Amblimont, padre de la marquesa, se encuentra al mando de un navío de tres puentes con 110 cañones. Del lado español, el enfrentamiento toma un mal giro. La batalla está, de antemano, perdida. Sin embargo, el impetuoso D’Amblimont no se amedrenta y se lanza en medio de las filas enemigas y consigue salvar a su gente pero a un precio muy alto: una bola de cañón le siega el cuerpo por la mitad. Su sacrificio suscita la admiración entre los marinos españoles, guardando de él un glorioso recuerdo: “dejando en la marina española la memoria de un pundonoroso jefe y de un soldado bizarro, recuerdo que siempre se menciona en los anales de nuestra armada, con orgullo y honra.”

Cuatro años antes, su cuñado Jean-Henri, Vizconde de Volude,  había caído bajo las balas francesas en Quiberon, junto con su tío el Conde de Kergariou.

Los duelos se sucedieron en esos tiempos tan convulsos. Después del suegro, vino la muerte del cuñado, del padre y finalmente del marido en actos de guerra. Poco después es la hija pequeña la que fallece el 12 de abril de 1800, en Madrid, con apenas 10 años de edad.

El 14 de setiembre de 1800, la Marquesa de Lage de Volude regresa a Francia, después de siete años de ausencia. Tuvo al menos la alegría de poder reencontrarse con su madre, la Marquesa Vda. d’Amblimont, quien se había visto echada de su castillo de Saint-Fort, confiscado por la nación y vendido, obligándola a buscar alojamiento en la ciudad de Saintes, dónde se habían reunido la mayoría de sus parientes y amigos, recién salidos de las cárceles o regresados del exilio.

Con su regreso a Francia, la marquesa había llevado a cabo gestiones para obtener su eliminación de las listas de los emigrados. El 1 de julio de 1801, los jueces la autorizaban a entrar nuevamente en posesión de los bienes que no se habían incautado como bienes nacionales y vendidos. ¿Qué quedaba de la fortuna de su padre y de su difunto marido? La República había alienado los bienes del Marqués d’Amblimont por valor de 526.555 francos, y los del Marqués de Lage de Volude por 1.009.748 francos. Afortunadamente, las autoridades pasaron por alto dos casas situadas en Rochefort: el palacete d’Amblimont, convertido en la sede de la alcaldía, y el palacete de la marquesa ubicado en el puerto. El 29 de noviembre de 1801, la marquesa vendió el palacete de su padre al ciudadano Philippe Augier, empresario y subprefecto del lugar, y conservó la casa de su madre para darla como dote de una de sus hijas. Buscó también recuperar los bienes perdidos, confiscados y subastados, implicándose en varios procesos judiciales que no llegaron a buen puerto. Menos suerte tuvo en su intento de recuperar el apartamento de su madre en el Arsenal de París. El gobierno se había hecho con él y lo había afectado a la Biblioteca Nacional.

El 20 de marzo de 1802, la primogénita de la marquesa, Nathalie, regresada de América, casaba con el coronel Thomas Sumter Jr., representante de los Estados-Unidos, hijo del general del mismo nombre, miembro del congreso y uno de los más ilustres compañeros de armas de George Washington.

En marzo de 1809, es la segunda hija quien casa con el Conde d’Isle de Beauchesne (o Beauchaîne), hijo del Marqués d’Isle, antiguo teniente-coronel del regimiento Noailles-Dragones, y de una Du Breuil de Théon, dos nombres de antiguo abolengo de Saintes.

La Condesa Vda. d’Amblimont murió el 4 de mayo de 1812. Empieza entonces la fiebre de los viajes para la marquesa: Burdeos, Agen, Toulouse, Montpellier, Nimes, París, Versailles, Rambouillet, Citran, Clisson, La Bretesche, Esclimont, Dampierre,… No puede estar quieta en un mismo sitio y visita incansablemente a sus viejas amistades para compartir recuerdos y penas.

En 1825, enferma durante su estancia en Rambouillet, la marquesa escribe su testamento de su propia pluma. Pero la muerte se hace esperar. Es durante su estancia en el gran ducado de Baden (Alemania Occidental, actual land Baden-Württemberg), cuando fallece tranquilamente a la edad de 78 años, el 7 de diciembre de 1842. Había ido allí para hacer una cura termal.