domingo, 8 de noviembre de 2015

LOS TRES MARQUESES DE MYENNES



MYENNES_1er. Marqués de / 1er. Marquis de_René de Vieilbourg, Señor de Cosne, des Granges y de Myennes, 1er. Marqués de Myennes (Ob. Castillo de Myennes, Cosne, 1669). Fue Capitán de las Guardias-Francesas, Tnte.-General de los Ejércitos del Rey en el Nivernais y en el Donziais, que se ilustró durante la guerra civil de la Fronda, al servicio de la Corona. Hijo menor del Caballero Claude de Vieilbourg, Señor de Myennes, muerto de sus heridas recibidas en el asedio de Candie, en Creta, y hermano menor de Charles de Vieilbourg, muerto soltero y sin descendencia. Sus abuelos paternos fueron Ravaud de Vieilbourg, Señor de Myennes, y Jeanne de Fontenay. Fue también el sobrino de Jean de Vieilbourg, Señor de Myennes, caído en el asedio de Casale en 1640, y de Gilbert de Vieilbourg, Gran Prior de Aquitania.

De antigua familia perteneciente a la nobleza de espada, con posesiones en diversos sitios al Norte del ducado de Nevers o Nivernais, sobretodo en Myennes desde el siglo XVI, los Vieilbourg han sido repetidas veces oficiales en los ejércitos reales y han servido en la Orden de Malta y, eventualmente, gestionado comandancias de la orden como Villemoison. Muchos de ellos encontraron honorablemente la muerte en el campo de batalla. Incluso en tiempos de la Fronda, y a pesar de la proximidad geográfica de Saint-Fargeau y de Bléneau, permanecen fieles a la Regente Ana de Austria y a su primer ministro el Cardenal de Mazarino. Este último, reconocedor de sus servicios y habiendo adquirido el ducado de Nivernais (1659), atribuyó a René de Vieilbourg, jefe de su familia, la función de Teniente-General del Rey en el gobierno de Nivernais y de Donziais, una nominación que le convertía en gobernador militar representante de la autoridad del Estado en una provincia, por aquél entonces, dotada de gran autonomía. En sus atribuciones, estaba el poder mobilizar o enviar a sus casas a la nobleza local en caso de invasión, de guerra civil o de batidas contra los lobos.

En 1661, el señorío de Myennes fue erigido en marquesado a favor de René de Vieilbourg, haciendo entrar a la familia en el estamento de la alta nobleza. Bajo Luis XIV, el flamante marqués de Myennes, ya desposado con Mademoiselle de Bretelle de Grémonville (hija del entonces Embajador de Francia en Venecia y de una Loménie de Brienne), puede casar sus hijos y familiares a las herederas de las más grandes familias del reino y, de paso, presentarse en la Corte y llevar un alto tren de vida en sus palacetes de París, asi como en sus castillos de Myennes y des Granges.

René de Vieilbourg, que era entonces el Teniente-General de los Ejércitos del Rey desde 1664, encontró la muerte de la manera más tonta cinco años más tarde. Se estaba armando en su habitación del Castillo de Myennes para ir de cacería cuando, accidentalmente, se le disparó una de sus armas matándolo en el acto. En el momento de desaparecer (1669), dejaba tras de si a una hija muerta en la niñez y dos hijos de carácteres y destinos muy diferentes:

El primogénito, Louis-René de Vieilbourg, convertido en 2º Marqués de Myennes (conocido como Marqués de Vieilbourg en la corte), asumió el cargo de su padre como Tnte.-Gal. del Nivernais; en 1693, contraía matrimonio con Anne-Françoise de Harlay de Champvallon (ob.1735), una militante activa y de renombre de la causa jansenista.

Sin embargo, y siendo coronel de un regimiento de Infantería, el 2º Marqués de Myennes encontró la muerte a la edad de 28 años, al caer en el asedio de Namur. Murió en la flor de la vida, sin haber tenido el tiempo de asegurarse una descendencia que pudiera recoger el testigo.

El hermano del difunto, Edmé-Ravaud de Vieilbourg, nacido en 1665, había sido destinado a la carrera eclesiástica, como la mayoría de los hijos menores de la nobleza. Convertido en Abad Comendador de la Abadía de Saint-Martin en Massay (Prov. de Berry), Prior y Señor de Cessy, resultó ser mucho más asiduo a los prostíbulos parisinos que a las clases de teología. La muerte de su hermano mayor lo devuelve al estado laico: asume el título de 3er. Marqués de Myennes y, obviamente, todas las atribuciones militares del anterior. Si mostró un gran desinterés por la vida clerical, no será menos para su nueva vida como oficial de la Corona y terrateniente. En vez de asumir sus obligaciones tanto públicas como militares, huye de la provincia y prefiere quedarse en París, llevando la típica vida de los disolutos que ya abundan durante la Regencia de Felipe II de Orléans y, de paso, despilfarra sin miramientos la fortuna familiar. Su mala conducta y amoralidad serían tan notorias en la alta sociedad, que haría fracasar dos proyectos de boda. Pese a todo y, a la edad de 33 años, contra la voluntad de toda su familia, contrae matrimonio con una joven damisela: Anne Marie Madeleine de La Varenne. Aunque pertenece ésta a la nobleza, tiene escasa fortuna y, por tanto, no resulta un buen partido a ojos de sus parientes. La pobre marquesa fallecería en 1728, sin haberle dado un solo hijo. Dos años antes de enviudar, el Marqués de Myennes había conocido una cortesana de altos vuelos que, con 28 primaveras, salía por segunda vez de la cárcel y de la que sería la nueva presa financiera hasta el final de sus días y hasta la completa alienación de sus bienes. Esa mujer, que se hace llamar Florentine Payen de Saint-Marc o Florence Dumont, es una prostituta muy cara y muy conocida de la policía parisina. Convertida en la amante y mantenida del Marqués de Myennes, se hace costear un suntuoso apartamento lujosamente amueblado en la capital, finge descubrir que es un hombre casado, se hace la escandalizada y obtiene más rentas para callar la boca y no provocar un escándalo. Tras la muerte de la marquesa, se instala en la residencia del marqués, consigue hacerse atribuir el señorío de Thou y empieza a vender muebles, joyas y los servicios de plata. En 1729, pese a su mala fama, consigue que el cura de Myennes la case con el marqués en plena noche y sin publicar la noticia. Gracias a la denuncia de la cuñada y Marquesa Vda. de Myennes, el asunto llega a manos del Obispo de Auxerre, Monseñor de Caylus, líder jansenista. Éste anula la boda y sanciona al cura complaciente. El marqués y su amante huyen entonces a París pero, una vez allí, la aventurera es detenida y encarcelada por tercera vez. Finalmente liberada, obtendrá un contrato de matrimonio que confirmará las donaciones anteriores del Marqués de Myennes, y añade otras tantas (1736). Pero las consecuencias para ambos es el ostracismo general. Convertidos en apestados, acabarán por abandonar la capital e instalarse en Myennes. Nunca tendrían hijos.

El último Marqués de Myennes, más conocido como Marqués de Vieilbourg, fallecería el 13 de agosto de 1741, a la edad de 76 años y sin ningún socorro temporal y sin sacramento en su castillo de Myennes, al borde de la bancarrota y arruinado. Enterrado junto a sus predecesores en la capilla señorial de la iglesia de Cosne, su supuesta viuda se desvanece en el aire poco después y sin dejar rastro.

A falta de descendencia, el marquesado acaba siendo heredado por la pariente más cercana, Anne-Pierrette Hinselin de Morache quien, en el mes de octubre siguiente, hizo donación del marquesado a su sobrino el Caballero Pierre Antoine Hinselin, Señor de Morache.


 

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