GUEIDAN_Ier. Marqués de / 1er. Marquis de_Gaspard II de Gueidan, Ier. Marqués de Gueidan, Señor du Castellet, d'Aurenc, de Moustereit y de Valabre (Hôtel de Gueidan, Aix-en-Provence, 10-04-1688 / Castillo de Gueidan, Valabre, Gardanne, Aix-en-Provence, 23-02-1767). Fue un alto magistrado perteneciente a la alta burguesía d'Aix-en-Provence, Presidente del Parlamento de Provenza, célebre por su vanidad y las polémicas que le rodearon.
Descendiente de una familia que, en el siglo XVI, vivía del comercio ramadero en la localidad de Reillanne, poblacho próximo a Forcalquier, y que no remontaba más allá del año 1550, su abuelo Gaspard I de Gueidan (1616-1697) contrajo matrimonio con Catherine Brémond el 8 de junio de 1636, de la que tendría a su hijo Pierre (1646-1734). El abuelo conseguiría el primer grado de nobleza tras comprar al Sr. Michel Albert Saint-Martin, su oficio de auditor archivista de la Corte de Cuentas de Provenza.
Pierre de Gueidan, padre de nuestro personaje, casó en 1677 con Madeleine de Trets, hija de un consejero en el Parlamento d'Aix, confirmando la entrada de los Gueidan en el seno de la aristocracia de toga o parlamentaria (magistratura). La pareja tendría no menos de ocho retoños de los que siete llegarían a la edad adulta. Gaspard sería el primogénito de cinco chicos y dos niñas.
En 1681, Pierre de Gueidan compra un caserón en Aix y, en 1683, adquiere la finca de Valabre, que extenderá progresivamente con adquisiciones de tierras colindantes. En 1691, sucede a su padre en el cargo de Auditor de la Cámara de Cuentas y, en 1713, compra el de presidente de la Corte de Cuentas.
Gaspard II de Gueidan compraría el 10 de mayo de 1714 el cargo de abogado general del Parlamento, lo que le permite dimitir en favor de su hermano Jean del cargo de auditor de la Cámara de Cuentas, transmitida el mismo año por su padre Pierre. Tomando muy en serio su papel de abogado general, su trabajo produce entre sus superiores una honda satisfacción; sus alegatos resultan tan exitosos que serían recogidos y publicados por el editor parisino Quillau. Cuando en 1734, a la muerte de su progenitor, tiene la oportunidad de una promoción por sucesión en el cargo de Presidente de la Cámara de Cuentas, renuncia a ella y no sería hasta 1740 cuando compra el de Presidente del Parlamento, lo que le lleva al zénit de su carrera.
Tras haberse hecho con el cargo de presidente, Gaspard II de Gueidan tiene la ambición de acceder a la Alta Nobleza. En 1746, compra las tierras del Castellet, de Aurenc y de Moustereit en la diócesis de Glandèves, y obtiene del Canciller D'Aguesseau el privilegio de cambiar el nombre de la tierra de Castellet por el de Gueidan. En mayo de 1752, obtiene la erección de esa tierra en Marquesado de Gueidan.
No contento con ello, y deseoso de borrar la huella de sus antepasados mercaderes de animales, se inventa toda una pléyade de antepasados que relaciona con Bertrand, Conde de Forcalquier. Irá hasta mandar secuestrar el libro "La Historia Heróica y Universal de la Nobleza Provenzal", editado en Aviñón en 1757, y que no contiene sus "memorias" que justifican, según él, su ascendencia noble hasta remontar al Conde de Forcalquier, y manda insertar la versión desarrollada por él. El asunto se supo, se publicitó, la gente se mofó y, en los años de 1760, salieron a la luz varias canciones populares que ridiculizaban las pretensiones del Marqués de Gueidan.
El gesto del marqués ya tenía un precedente en su familia. Familia de la burguesía que conoció una rápida ascensión social y adquirió sus cartas de nobleza gracias a la compra de cargos, los Gueidan intentaron -mediante genealogías y pruebas falsificadas- emparentarse con los antiguos Barones de Gueydan, ilustrados por Elzéar-Christol de Gueydan, gobernador de Forcalquier caído en el asedio de La Rochelle, y por su hijo Pierre de Gueidan, capitán durante la Liga y nombrado gobernador de Forcalquier mediante cartas patentes del Rey en 1593, en consideración por sus servicios, como en la batalla d'Ivry, y por los de su progenitor. Las investigaciones llevadas a cabo bajo el reinado de Luis XIV, que consistían en depurar la auténtica nobleza de la falsa, tiraron abajo las pretensiones de los Gueidan de Reillane, cuya posición sin embargo, estaba lejos de ser irrelevante y cuyo origen anterior al año 1550 sigue siendo un misterio sin resolver.
En su línea, y como todo nuevo rico que se precia, Gueidan compra una capilla en el Monasterio de los Observantinos en 1757, donde manda instalar un mausoleo dedicado a Guillaume de Gueidan, "fundador" mítico de su linaje antes del año 1208. La ejecución de la tumba con la estátua yacente de ese antepasado inventado que reposa sus pies sobre un león recostado, recaería sobre el renombrado escultor Jean-Pancrace Chastel. Obviamente, también manda preparar allí las tumbas para otorgar el descanso eterno a los suyos, y la suya propia, que ocuparía el 24 de febrero de 1767.
El 24 de marzo de 1724, había contraído un brillante y noble matrimonio al desposar a Angélique de Simiane, hija del Marqués Joseph de Simiane y de Marguerite de Valbelle. La pareja tendría varios hijos:
-Joseph Gaspard, IIº Marqués de Gueidan (1725-1784) c.c. 1º/ Marie-Hélène de Clapiers Collongues; c.c. 2º/ Henriette de Félix d'Ollières, hija de los Marqueses d'Ollières, Condes de La Reynarde y de Grignan, Barones de Dauphin y de Saint-Mesme. Padres de:
2-Alphonse de Gueidan, IIIer. Marqués de Gueidan (1783-1853); c.c. (1823) Françoise Joséphine Sibillot => sin descendencia.
-Anne Adélaïde de Gueidan (1725-1786), c.c. (1745) Pierre Louis de Demandolx, Marqués de La Palud.
-Joseph de Gueidan (1727-1727) -muerto a los 4 meses-.
-François Henri Secret de Gueidan (1727 - ? )
-Catherine de Gueidan (1728- ? ), c.c. (1759) Claude de Prats, Señor de Carros.
-Claude Secret de Gueidan, Caballero de la Orden de Malta (1733- ? )
-Alexandre de Gueidan, Caballero de la Orden de Malta (1735- ? )
-Zéphyrine de Gueidan, religiosa.
-Timoléon de Gueidan, Caballero de la Orden de Malta (1744- ? )
Vanidoso, auténtica encarnación del "Burgués-Gentilhombre" de Molière, el Marqués de Gueidan hace sus pinitos en filosofía, música y danza. Llega incluso a soñar con entrar en la Academia Francesa.
Encomendará al gran retratista de la época, Hyacinthe Rigaud, la ejecución de dos retratos suyos: uno en 1719 y otro en 1734. Rigaud no era precisamente el pintor más barato de la corte.
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